Rita Gombrowicz: ¿Cómo conoció a Gombrowicz?
Jorge Di Paola: Leí
Ferdydurke antes de conocer a Gombrowicz. A principios de 1957, mi amigo Juan Carlos Ferreyra había descubierto en la biblioteca de
Tandil un libro de páginas amarillentas que le había impresionado mucho. Era Ferdydurke. Yo fui el segundo lector. Algunos otros de los miembros de nuestro grupo lo leyeron también y en nuestras conversaciones utilizábamos palabras del libro: "cuculeíto", "juventona", "forrado de niño". Uno de nosotros llevaba siempre una ramita verde entre los dientes y cuando algo no nos gustaba, nos llevábamos la mano a la oreja izquierda. Ferdydurke había entrado en nuestras vidas.
Unos meses más tarde, mi amigo español
Magariños vino a buscarme a casa diciendo: "
Un escritor polaco un poco excéntrico quiere conocer a jóvenes poetas. Está en el Rex. Vamos a verlo". Fuimos en grupo. Me fijé al entrar en un hombre rubio, menudo, de pelo corto, que fumaba en pipa con aire concentrado. Después de la tensión de los primeros momentos –ya que Gombrowicz era muy tímido–, Magariños le preguntó: "
¿Con quién tengo el gusto de hablar?". Gombrowicz respondió: "
Mi nombre es demasiado difícil para unos criollos tan jóvenes". Tomó una servilleta de papel y garabateó algo. Reconocí de inmediato el nombre del autor del libro encontrado en la biblioteca y exclamé: "
¡Ferdydurke!". Gombrowicz quedó muy sorprendido. Estaba claramente emocionado, pero dijo en broma: "
¡Oh, un lector en la pampa salvaje!".
leer más>